intu Xanadú ha reabierto este lunes sus puertas, coincidiendo con la fase 2 de la desescalada por la pandemia del coronavirus.

Desde primera hora de la mañana, el centro comercial madrileño ha recibido un goteo constante de visitantes pero siempre de forma controlada y cumpliendo con todas las medidas de seguridad exigidas.

Los clientes que se han acercado para realizar sus compras han recibido un ‘Welcome Pack’ con una mascarilla personalizada tanto para adultos como para niños y un gel hidroalcohólico. El centro ha querido además darles la bienvenida y amenizarles la visita con la actuación de dos bailarinas aladas vestidas con luces led y la música de un saxofonista.

“Estamos muy felices de poder abrir de nuevo el centro y reencontrarnos tanto con los trabajadores que forman parte de intu Xanadú como con los clientes que nos visitan. Hemos trabajado todos muy duro para volver a estar juntos con todas las garantías”, afirma Alexis Martín, gerente de intu Xanadú

La prudencia, el distanciamiento social y el respeto a las normas de seguridad por parte de los clientes han sido la nota a destacar de este primer día hacia la “nueva normalidad” en el centro comercial. Avalado con la certificación ‘Global Safe Site’ de Bureau Veritas, intu Xanadú ha implementado más de 100 medidas entre las que se encuentran un estricto y exhaustivo servicio de higienización y limpieza en áreas de contacto; control de aforos y acceso, y señalización mediante vinilos en el suelo para mantener la correcta distancia de seguridad. 

Para aquellas personas además que tengan cualquier duda o quieran tener más conocimiento sobre las medidas, el centro ha creado la figura del ‘Hospitality Agent’, un agente que estará presente de forma itinerante por las instalaciones para informar, explicar o aclarar cualquier duda, y así como para velar por el correcto cumplimiento de las mismas.Una de las medidas más importantes a cumplir será el control de aforo para garantizar el distanciamiento social de un mínimo de 2 metros. 

Según Alexis Martín, “ser el centro comercial más grande de la Comunidad de Madrid nos facilita mucho poder garantizar y controlar el aforo. Hemos suspendido todos los servicios de uso público, salvo los estrictamente necesarios, y cada establecimiento además tendrá un cartel en la puerta con el número de personas que pueden acceder a su interior”.