Escándalos y acusaciones de enchufismos al margen, lo que ha demostrado la alcaldesa de Móstoles es un oportunismo incomparable a la hora de vivir a costa del erario público.

Tal y como publicaba recientemente el diario El País, Posse accedió a un puesto fijo en el Ayuntamiento de la localidad en el año 2001, tras superar con un 9,5 la oposición para hacerse con una de las plazas de albañil que salieron a concurso, con una retribución aproximada de 1.100 euros al mes.

La hoy alcaldesa de la ciudad desempeñó esta labor durante 2 años, si bien nunca llegó a ejercer como tal, según desveló en la Cadena Ser el exalcalde del PP Esteban Parro. “Nos dijo a mí y al concejal responsable que no sabía coger una paleta y que la llevásemos a un sitio digno”, explicaba Parro, quien posteriormente señalaba que Posse fue ubicada en un almacén, primero, y en un despacho, después.

Además, el presidente del tribunal en el examen en el que Posse se alzó con su plaza de albañil era Iván García Yustos, exconcejal de Cultura en la ciudad y que actualmente es el subdirector de Asuntos Institucionales en el equipo de Pedro Sánchez. Su principal valedor.

Concejala

Según datos oficiales publicados en la web municipal y en la web del PSOE, Posse inició su andadura como concejala en la oposición en el año 2003, obteniendo por ello unas retribuciones de 46.000 euros brutos anuales (3.285 mensuales) durante dos legislaturas (entre 2003 y 2011). En las elecciones de 2011 no concurrió en las listas socialistas, de manera que recuperó su puesto como albañil municipal, aunque sin ejercer como tal, según confirmó Parro. Además, Posse pidió una excedencia para establecerse durante un tiempo en Ecuador.

En junio de 2015, tras imponerse el PSOE en las elecciones municipales, ocupó un sillón en el Pleno de la Corporación y en el equipo de Gobierno liderado entonces por David Lucas, con unas retribuciones anuales de 60.000 euros (4.200 euros brutos al mes).

En enero de 2018, tras la dimisión de Lucas, se hizo con el bastón de mando pese a ocupar el número 6 de la lista del PSOE, tras la retirada de los cuatro concejales que la precedían. Desde este momento, y hasta el pasado mes de mayo, su salario asciende a 66.000 euros anuales (4.700 euros al mes).

Subida de sueldo

A la regidora no debió parecerle suficiente, de manera que el pasado mes de julio, en el primer Pleno tras ganar las elecciones, optó por subirse el sueldo un 16% hasta alcanzar los 82.000 euros anuales, que le reportarán por tanto unos suculentos 5.800 euros al mes hasta mayo de 2023.

De este modo, si Posse lograra aguantar la legislatura, se habría embolsado la friolera de cerca 900.000 euros de dinero público con su dilatada experiencia laboral como albañil municipal (durante cuatro años) y como concejal de la Corporación (16 años).

“Los buenos políticos no tienen vacaciones”

Poco después de la polvareda generada tras su decisión de subirse el sueldo hasta los 82.000 euros, Posse interactuaba con vecinos a colación de una información en la que se comparaba su salario con el de sus homólogos en varios municipios de la región.

La regidora se atrevió a replicar a un usuario con la siguiente frase: “un buen político tiene una dedicación 24 horas, 365 días, no tiene vacaciones como cualquier trabajador, se debe a su cargo, no tiene prácticamente vida personal”.

El post en cuestión data del 12 de agosto, apenas dos días después de que Posse publicara en la misma red social la foto previa a su inicio de vacaciones en el aeropuerto de Madrid-Barajas, destino Malmo (Suecia), y con el epígrafe “comienza la aventura, vacaciones muy merecidas. Desconexión y descanso».