No ha pasado ni un año y medio de legislatura y la alcaldesa de Móstoles, Noelia Posse, sigue dando muestras de no dar con la tecla para conformar un equipo de Gobierno a su antojo.

Desde que arrancara la presente legislatura en junio de 2019 tras la victoria de los socialistas y el acuerdo de Gobierno tripartito entre PSOE, Podemos y Más Madrid Ganar Móstoles, los bandazos de la regidora se han convertido prácticamente en el día a día de la gestión municipal.

Primero fue una cascada de polémicos nombramientos de familiares y amigos, que le llevaron a ser expedientada por el partido y a provocar que voces importantes dentro de las filas socialistas pidieran su dimisión. Fruto de ello, Ganar Móstoles decidió abandonar el barco y pasar a la oposición.

Luego llegó el momento de los ceses y dimisiones, en unos casos por tratar de poner fin a todo rastro de la herencia de David Lucas (como es el caso de Jessica Antolín) y en otros acuciada por los escándalos y las presiones judiciales, caso de Jesús María Espelosín, Carmen Rosas o Concepción Bárbara Rognoni.

Ahora, y en plena pandemia de Covid-19 y con la segunda ola pegando muy fuerte en la localidad, la alcaldesa vuelve a reorganizar su equipo de Gobierno con movimientos internos y cambios de competencias.

El que hasta ahora era concejal de Recursos Financieros, Humanos y Tecnológicos, Aitor Perlines, abandona estas competencias (salvo RRHH) y asume a partir de este momento Participación Vecinal. Por su parte, Victorino Martínez, que ejercía las competencias de Participación, asume las labores relativas a la delegación de Hacienda, mientras que las competencias en Nuevas Tecnologías pasan a ser asumidas por la edil de Presidencia y Desarrollo Económico, Rebeca Prieto, quien también se encargará de Recursos Financieros y Comunicación

El primer teniente de Alcalde, David Muñoz, mantiene Mejora y Mantenimiento de los Espacios Públicos junto con Festejos.