La labor de Noelia Posse al frente del Gobierno municipal continúa dejando episodios de un serial que va camino de convertirse en culebrón.

La regidora no ha dejado de situarse, con sus controvertidas decisiones, en el foco de la discordia por sus ya conocidos casos de nepotismo y enchufismo de familiares o amigos, a lo que se han sumado despidos y ceses de trabajadores que se han opuesto a sus cuestionables métodos.

La empresa municipal Móstoles Desarrollo está siendo testigo de excepción de este tipo de decisiones impropias en un escenario de crisis económica y social como el que vive la ciudad. La alcaldesa mostoleña ha auspiciado una verdadera criba en forma de despidos encubiertos, ceses y no renovaciones de contratos que han afectado al personal externo que venía trabajando desde hace tiempo en cuestiones relacionadas con la formación y el empleo.

Tal y como han explicado a Móstoles Actualidad los afectados, la purga ejecutada por Posse ha afectado hasta la fecha a una decena de personas, entre ellas a la antigua gerente, a la excoordinadora de Formación, a dos técnicos de Formación, una técnica de Empleo, una informadora o un profesor FCP.

La lista es larga y se completa, según denuncian estas mismas fuentes, con la contratación de personas afines y allegados a miembros del equipo de Gobierno “quitando del medio a buenos profesionales que no hemos entrado en su chantaje”.

Hasta la fecha, se han celebrado dos juicios por despido improcedente y hay pendientes, al menos, cuatro vistas más.