La Asociación Párkinson Aparkam e intu Xanadú colaboran juntos en la creación del calendario solidario para el próximo año. Por este motivo, un grupo de representantes y miembros de este colectivo visitaron el pasado viernes el centro comercial madrileño para realizar la sesión de fotos que ilustrarán la portada del calendario.

Cada mes estará representado por una imagen con un ‘toi’, que han sido diseñados exclusivamente por el ilustrador Jordi Catalá para la ocasión y que se usarán como instrumentos para visibilizar uno de los síntomas invisibles del párkinson: la hipomimia, que es la reducida capacidad de transmitir emociones a través de los gestos. 

Además de la sesión de fotos, los miembros de la asociación aprovecharon la jornada para disfrutar de las actividades de ocio que ofrece intu Xanadú. El centro les invitó a comer en el restaurante Foodoo Panda y ya por la tarde disfrutaron de una película en Cinesa LUXE.

“El objetivo de esta colaboración es poner el foco en los síntomas desconocidos del párkinson, más allá del temblor, además de visibilizar la necesaria labor de las asociaciones como Aparkam para estos enfermos. Y ya de paso hacerles partícipes de un día especial y diferente en el centro”, explica Sara Sotillo, directora de Marketing de intu Xanadú.

En total, se imprimirán 700 ejemplares que se venderán a un precio de 5 euros y cuyos beneficios irán destinados de forma íntegra a terapias de la Asociación Párkinson Aparkam destinadas a mejorar la calidad de vida de personas con párkinson y sus familias.

Colaboración en el tiempo

Aparkam e intu Xanadú colaboran además desde el año pasado en la carrera solidaria ‘Párkinson Sin Límites’ para conseguir financiación y dar visibilidad a esta dolencia que es la segunda enfermedad neurológica más frecuente en España.

Este tipo de iniciativas son una vía de financiación fundamental para el colectivo y se realiza gracias a la ayuda de diferentes empresas que como intu Xanadú ponen de forma solidaria su granito de arena.Tal y como informan desde la asociación, el objetivo es que se conozcan y reconozcan los síntomas para que sea más fácil el diagnóstico, ya que en demasiadas ocasiones se confunden con trastornos que se identifican como parte de la vejez. Por ejemplo, se desconoce que esta dolencia también afecta a menores de 65 años (un 30% de los diagnosticados) o se desestima por no existir temblor, cuando hay personas diagnosticadas que no tienen esos temblores.